-Hola Sal.
-Bien fría, por favor,
-De acuerdo Sal.
-¿Movimiento?
-Ya ves. Así todas las tardes.
-Por su atuendo parecen jóvenes nazis.
-Parecen
-Jan, ¿Tú que opinas?
-Hormonados.
-¿Tu crees?
-Lo aseguro
-¿Cómo estas tan segura?
-Lo sé
-¿No serán feromonas?
-Lo mismo da.
-¿Así todas las tardes?
-Como lo ves.
-Las feromonas son anaerobias. Pueden alcanzar distancias increíbles movidas por el viento
-¿De verdad?
-Como te lo digo.
-¿Quieres decir que todos esos jóvenes que han llegado en potentes coches, ha sido atraídos por las feromonas de esta chica?
-Lo puedo asegurar Jan. ¿Hace calor no te parece?.
-Si, sal.
-¿Cuántos años tiene?
-No sé, pero por su aspecto, no pasa de los quince.
¿Me lo dices de verdad?
-Casi podría asegurártelo. ¿Te gusta esta cerveza? Es nueva por la zona.
-Me gusta mucho. ¿Quieres decir que ésta impresionante energía que se mueve todas las tardes, es por una hembra de quince años?-
-Te lo aseguro, Sal
-¿Te apetece otra?
-No Jan, tengo que trabajar. Mi turno comienza a las nueve.
-No pienses en ello Sal.
-Te lo aseguro. Pero me cuesta trabajo creer que algo tan sin importancia mueva tantos recursos.
-Así es.
-Gracias por tener la cerveza tan fría.
-De nada Sal. Hasta mañana
-Hasta mañana, Jan.
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