lunes, 2 de abril de 2012

tais

No encuentro consuelo, como Tais, hija de Fidias amante de Ptolomeo, que
Narraba las hazañas del Emperador.
Nadie encuentra ya el consuelo que desafía la noche
Al infinito horizonte, al mismo trueno,
Bebo el líquido de estrellas consumido en el viento que esparce la noche
Voy de regreso arrancando las flechas. Cogido de la mujer que pinta de azul el cielo
Tais las flechas apuntan a nuestra frente.
Perdimos la guerra.
Rodando con el corazón latiendo en la arboleda de deshojados.
Tais me laten mis huesos.
Tais estoy helado junto al camino que conduce a la cañada.
Tais, la noche me obliga a encender mis ojos”